El pasado partido entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona, disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys, dejó una imagen que va más allá del resultado. Por primera vez en la presente temporada, el club alineó a siete jugadores con origen balear, un hito que pone en valor el trabajo de la cantera y la apuesta por el talento de las Islas.
Abdón Prats y Sergi Darder, ambos de Artà, representaron al Llevant mallorquín con carácter y experiencia. Desde Petra, Mateu Jaume Morey volvió a demostrar la determinación que le caracteriza. En portería, Leo Román, nacido en Ibiza, reafirmó su crecimiento con una actuación segura y decidida, convirtiéndose en uno de los protagonistas del encuentro.
Antonio Sánchez, natural de Palma, ofreció una vez más su habitual despliegue físico y compromiso con el equipo. Junto a él, Marc Domènech, de Llucmajor, participó activamente mostrando su evolución al futbol base. Por su parte, Jan Salas, jugador que realizo su debut en el primer equipo recientemente, criado en Binissalem a pesar de haber nacido en Sabadell, completó esta lista de jugadores que, más allá del lugar de nacimiento, representan el corazón del fútbol balear.
Una tendencia a lo largo de la temporada
La presencia de jugadores baleares en el primer equipo del RCD Mallorca no ha sido algo puntual, sino una constante a lo largo de la temporada. El cuerpo técnico ha confiado de manera sostenida en el talento local, y así lo reflejan los números: la media de futbolistas baleares por partido ha sido de tres, con momentos destacados en los que esa cifra ha llegado incluso a cinco y, recientemente, a siete.
En total, los jugadores con raíces en las islas han sumado 5.563 minutos oficiales en LaLiga esta campaña. Figuras como Sergi Darder, indiscutible pilar del equipo, con participación en los 33 encuentros disputados y más de 2.400 minutos, o Antonio Sánchez, con 28 apariciones y por encima de los 1.100 minutos, que lo convierte en el segundo mallorquín con más presencia en el campo. A ellos se suman Mateu Jaume y Abdón Prats, habituales en las convocatorias, además de la solidez bajo palos de Leo Román, titular en seis partidos. Jugadores más jóvenes como Jan Salas, Marc Domènech y Javi Llabrés también han tenido la oportunidad de sumar minutos –con este último siendo cedido al Eldense para encontrar más minutos de juego en el fútbol profesional–, mostrando que el relevo generacional está en marcha.
A lo largo del curso, ha habido jornadas especialmente significativas: hasta en seis ocasiones el equipo contó con cuatro o más jugadores baleares en el campo, y en tres partidos se alcanzó la cifra de cinco. El partido ante el FC Barcelona en la jornada 33 marcó un nuevo hito, con siete futbolistas con raíces en Baleares defendiendo el escudo del RCD Mallorca, en una imagen que simboliza mejor que ninguna otra la apuesta del club por su identidad territorial y el desarrollo del talento propio.
Este grupo simboliza la conexión entre el club, su entorno y su gente. Su presencia en uno de los partidos más destacados del calendario es motivo de satisfacción para todo el mallorquinismo. Una muestra clara de que en el RCD Mallorca, las Islas están más presentes que nunca.