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PRIMER EQUIPO

Convivir desgasta

Amanece lloviendo fino, las nubes color ceniza nos recuerdan porqué estamos aquí. Hay más silencios de los acostumbrados en el comedor, mucha mirada al plato. Cuesta más inflar un globo que vaciarlo, y el día de descanso se perdió aire, tensión. Toca volver a soplar y da pereza. La mente ronrronea reclamando más reposo, pero sabe que no, que hoy rapará. Se resigna y, en algunos casos, se aisla. El que sabe da el diagnóstico, están en el limite. Creo que se refiere al físico, pero interpreto mental.  
El pigmento a la jornada, que hasta entonces ha cumplido lo prometido en intensidad y rutina, acontece en el segundo entreno, el de la tarde. Los delanteros protagonizan una trifulca, con suelta de puño y llave de agarre, que acaba al intervenir el grupo. Aparecen las primeras muescas, que no fisuras, producto de la convivencia extrema. Ya tardaban. El lance muere con disculpas, apretón de manos, y aplauso general.
No se justifica, pero las familias numerosas acarrean contiendas. El hijo único se pelea con el gato. Personalmente, para un equipo, prefiero sangre que horchata. Un caliente, primo hermano de implicado, a un pusilánime, porque la complaciencia, en el futbol y en la vida, actúa de ancla. Te mantiene a salvo, pero te impide avanzar. En la expedición, obviamente, se ha comentado el episodio más como anécdota que como efeméride y, menos prensa, que duda entre cianuro o harakiri, le da una trascendencia mucho menor de la que, sin duda, tendrá fuera. Los que mandan, de hecho, manifiestan que sumará, que unirá.
El parte nos cuenta que, aunque generalizado, no hay ningun daño importante en el equipo. Molango se ha incorporado a la pretemporada, así que casi toda la jerarquía está aquí. Para sustituir a Manu ha venido también el doctor Munar, ayatollah de la nutrición y azote de la grasa, y se ha podido saludar a Gonzalo Castro, mítico Chori, que juega un triangular con el Malaga en el estadio anexo al hotel. Continúa el baloncesto nocturno, esto nunca puede acabar bien. 
El sábado , partido contra el Willem. Hora extraña, dos y media, alguno en la Isla no habrá comido cuando acabe. El guión de presentación similar al de Sint Truiden y Roda, es un entrenamiento y hay mucha carga. Priman las sensaciones y el trabajo sobre el marcador. Lo pueden apagar si quieren, porque si se gana, tampoco se celebrará. 
El infiltrado